Esta villa se caracteriza por su simplitud elegante, donde la belleza de los materiales aparentes y el diseño limpio se convierten en protagonistas. Con tonos neutros predominantes, el espacio refleja una atmósfera tranquila y sofisticada. Los acabados en madera, mármol travertino y concreto blanco en los muros crean un ambiente cálido y atemporal.
Cada rincón está cuidadosamente diseñado para resaltar la elegancia discreta de los materiales, sin sobrecargar el espacio. La simetría y la fluidez de los elementos arquitectónicos aportan una sensación de armonía, mientras que la luz natural inunda el interior, acentuando la simplicidad y la belleza de cada superficie. Esta villa es un refugio donde la minimalista belleza se encuentra con la comodidad y la tranquilidad