Este diseño interior fusiona elegancia y brutalismo de manera sofisticada. La estructura principal destaca por el uso de concreto reguileteado gris, que le aporta un carácter rudo y a la vez contemporáneo. El contraste con el delicado mármol gris en pequeños detalles agrega un toque de refinamiento, equilibrando la robustez del concreto. La villa, de un solo piso, cuenta con un espejo de agua ubicado estratégicamente junto a la cocina y la sala, creando una atmósfera relajante que armoniza con la arquitectura brutalista del espacio.
Los acabados en madera blanca y madera café aportan calidez y suavidad, complementando perfectamente la contundencia de los muros de concreto y el mármol. Este diseño crea un ambiente único, donde la fuerza del material se combina con la serenidad de los elementos naturales, ofreciendo una experiencia de lujo minimalista.