Esta espectacular villa de dos pisos, ubicada en un terreno irregular, se adapta cuidadosamente a la forma poligonal del predio, demostrando un enfoque arquitectónico preciso y elegante. Desde el primer vistazo, la villa cautiva con un espejo de agua que rodea la entrada principal y se extiende hacia la parte trasera, conectando simbólicamente con una alberca infinita que se encuentra al borde del terreno, ofreciendo vistas impresionantes hacia el mar.
El diseño se distingue por su volumetría de formas puntiagudas y angulares, que generan una composición visual llamativa y dinámica, brindándole carácter único y contemporáneo. La fachada está revestida completamente de concreto blanco, que, junto con los louvers blancos, refuerzan la estética minimalista y ultra lujosa, creando un equilibrio perfecto entre diseño, funcionalidad y exclusividad